Como todo lo de este 2020, también el Open House Madrid contará con una edición distinta, especial. En ella, Alejandro de la Sota ha sido el elegido como arquitecto señalado y, seguramente, es todo un acierto, ya que en su obra siempre supo reposar los conceptos del tiempo exacto.
En su fundación, recogen una de sus reflexiones y/o enseñanzas: “la arquitectura se hace sin coger el lápiz; se debe hacer antes de cogerlo”. Y es que su obra estaba inspirada desde otro ángulo, no tanto desde la funcionalidad sino, más bien, desde la humanidad.
“La importancia de la Arquitectura no es otra que la que el ambiente que crea; un ambiente es conformador de conductas”, afirmaba, otorgando a esta ciencia la tarea indiscutible de mejorar la vida de las personas, con una ordenación del espacio, fomento de la luz natural y uso de materiales que más parecía una aproximación poética que arquitectónica.
A él se le pueden atribuir obras muy distintas entre sí, desde la industrial, con la central lechera Clesa, como la Casa Varela en Villalba – que revolucionaba el sector de las viviendas unifamiliares – , el gimnasio del colegio Maravillas, en Madrid o las naves del CENIM en la Ciudad Universitaria.
Alejandro de Sota crecía como arquitecto en una época en la que el país estaba cerrado al exterior, pero eso no le frenó para entender que los materiales debían evolucionar y que la arquitectura en sí tenía que transformarse en algo más sencillo y eficiente, dando lugar a esa arquitectura lógica e inteligente que fue su obra y dejó como legado.
Hoy su filosofía está más presente que nunca en esa nueva manera de concebir los espacios, bajo el prisma de la sostenibilidad, la eficiencia y la habitabilidad. Desde Verosol trabajamos también para crear ese bienestar lógico que él abanderó y mejorar la vida de las personas a través de nuestra innovación destinada a la protección solar.
Foto extraída de https://www.openhousemadrid.org/