El verano llega, oficialmente, el 21 de junio debido al solsticio. Este término significa “el sol permanece quieto” y hace referencia a que la altura del sol al mediodía no cambia durante varios días. Esto se produce en el momento en el que el sol alcanza la mayor altitud, lo que quiere decir que durante el verano las horas de luz solar son las máximas y el día es más largo.
La gran intensidad con la que los rayos de sol llegan a la tierra debido a la inclinación del eje terrestre hacen que el verano sea la estación más calurosa en este lado del hemisferio. Esta intensidad puede afectar a nuestro día a día y suponer una molestia a la hora de realizar las tareas rutinarias tanto en nuestro hogar como en la oficina.
Las altas temperaturas y la exposición directa de la luz solar se pueden mitigar gracias a la protección solar de interior.
En Verosol contamos con una gran gama de productos destinados a proteger de la luz solar gracias a la metalización de los tejidos. Esta metalización se consigue aplicando una nano capa de aluminio que no altera las propiedades textiles del tejido y que le otorga, además, mejoras como una reflexión solar de hasta el 74%.
La alta reflexión solar permite que los rayos del sol no incidan directamente, permitiendo un control total de luz y temperatura. Esto hace que se disminuya el uso de aparatos acondicionados y siempre sin renunciar a tener una vistas claras del exterior, pues las cortinas se pueden configurar con diferentes grados de transparencia.
Las cortinas son un gran aliado en verano que, por otro lado, pueden ser fabricadas como visillos tradicionales, estores enrollables o cortinas plisadas, según las necesidades estéticas de cada usuario.
Es momento de disfrutar del verano, que durará hasta el próximo 22 de septiembre, sin preocuparse de los molestos rayos de sol ni de las altas temperaturas.