Normalmente siempre que se oye hablar de contaminación se hace desde un punto de vista externo, referido a la calidad del aire y a su estado, provocado por las emisiones del tráfico rodado, de las calefacciones de los hogares o de las fábricas e industrias. Sin embargo, la contaminación también puede ser entendida desde de un punto de vista interno.
A día de hoy hablar de contaminación interior es cada vez más común ya que se suele poner mayor atención al bienestar de las personas que usan – y disfrutan – de un determinado espacio. La contaminación interior está muy relacionada con el síndrome del edificio enfermo, es más, es la causa de éste.
Desde la Dirección General de Salud Pública de la Comisión Europea se destacan distintos motivos de contaminación interior, relacionados con los materiales, o la humedad y falta de ventilación, la presencia de partículas en suspensión, de virus o bacterias o una temperatura inadecuada. Todo esto no sólo provoca una situación de malestar, sino que atenta directamente sobre la salud, además de no estar propiciando las condiciones óptimas para el desarrollo normal de la actividad que alberga el espacio.
Estas circunstancias, además, se ven aún más agravadas cuando a la mala calidad del aire interior se le unen otros factores ambientales como la mala visión, un mobiliario inadecuado o el excesivo ruido que se cuela en la estancia.
En este sentido, para mitigar la contaminación interior se puede optar por distintas medidas, unas de tipo pasivas, con los recursos que se tiene, por ejemplo, iluminación natural, y otras de tipo activas o intervencionistas a través de la tecnología, como puede ser el uso de purificadores para reducir la humedad del ambiente o la instalación de protección solar de interior que frene la entrada de calor en la estancia.
Es probable que nunca antes confort haya sido tanto sinónimo de salud como ahora y contar con una buena calidad del aire interior y un buen índice de bienestar en otros parámetros (calidad visual, ergonomía, flujo de circulación, etc.) es clave.