El pasado lunes 8 de octubre finalizaba el plazo que el Gobierno había dado a los distintos sectores de actividad para que mandaran su postura sobre el cambio de hora; si abolirlo o no y, si en el caso de que se quite definitivamente y se pasase a un horario fijo, fuese el de invierno o el de verano.
Desde que este tema saltara a la palestra el mes pasado y ahora que a finales de octubre se procederá a adelantar el reloj, ha estado en el centro de muchas conversaciones en todos los ámbitos, incluido el del trabajo. Porque el tiempo, el horario y la luz son aspectos transversales que no pertenecen a una única área de la vida.
Los expertos, así como señalaron que el impacto en el ahorro de energía con el cambio de hora es prácticamente nulo, , consideran que el horario de invierno es el que más y mejor se adapta a los biorritmos.
La luz natural sobre todo por la mañana, la importancia de la misma a la hora de realizar las tareas cotidianas es fundamental en los espacios de trabajo para acompañar los niveles de eficiencia, ya que el cuerpo está diseñado biológicamente para trabajar con el sol y reposar cuando éste se va, permitiendo un buen descanso.
En las oficinas, despachos y otros espacios, esto es claramente apreciable, por lo que la orientación de los puestos de trabajo se hace en función a la entrada de luz natural. En este sentido los productos Verosol se convierten en grandes aliados al conseguir, gracias a sus tejidos metalizados potenciar al máximo la luz natural, creando un entorno agradable, luminoso y en el que impera el confort visual.
Es probable que la decisión de horario de verano vs invierno llegue el próximo año y que ésta se encuentre relacionada con la racionalización de horarios. En todo caso, la luz natural y su impacto sobre los biorritmos será el elemento que consiga equilibrar la balanza.