La revista Facility Management celebró los días pasados 21 y 22 de octubre un encuentro online enmarcado en los que la cabecera de la editorial Borrmat organiza cada año.
En este encuentro, que ya está alojado en la web para todas las personas interesadas, y que se siguió desde Verosol, se repasaron los cambios y las transformaciones que ha impulsado este 2020, a cuenta del estallido de la pandemia, en las oficinas, instalaciones y en la forma de realizar – incluso de concebir – el trabajo.
Si bien algunas tendencias, como la permeabilización de la tecnología, tanto en los edificios como en las tareas cotidianas, ya se estaba dando, la crisis sanitaria ha permitido que todo se acelere aún más, generando nuevas soluciones encaminadas a aumentar la seguridad y la eficiencia.
Asimismo, actividades a las que antes, en el día a día de las oficinas, no se prestaba tanta atención, como todo lo relacionado con el servicio de limpieza o la organización de los espacios, ahora se ha puesto en el centro de la mirada.
En este cambio de tornas el factor común es la figura del facility management, cuyo propósito, el que se ha tenido siempre, se ha visto impulsado y valorado. Así trabaja en la tarea de gestionar la calidad de vida de las personas que integran y conviven en el espacio en cuestión.
De hecho, este es un punto esencial ya que, según se repitió en más de una vez en el encuentro, se está cuidando de personas, no de edificios, con lo que la percepción de éstas toma un papel relevante a la hora de tomar decisiones sobre nuevos servicios.
Un ejemplo de estos nuevos servicios puede ser la política de mesas limpias que se está implantando en distintas empresas, sustituyendo cajoneras por taquillas y que está dando el pistoletazo de salida a la flexibilización de los puestos (físicos) de trabajo entendiendo que el trabajo es una actividad, no un lugar.