Nuestro proceso de metalización de tejidos único y pionero en el sector consigue que desde Verosol nos diferenciemos del resto. Para ello, aplicamos una nano capa de aluminio puro a un sustrato textil, de poliéster o tejido Screen (poliéster recubierto con PVC o fibra de vidrio). El procedimiento consta de cuatro fases. La primera es un pre-tratamiento de lavado quitando todas las impurezas del sustrato textil. La segunda consiste en la fijación o estabilización de la materia. La tercera es la metalización tal y como la conocemos. Y la cuarta es la aplicación de acabado que se adapta al uso final (enrollable, plisado, vertical).
La metalización se realiza en alto vacío, gracias a una máquina con una innovación tecnológica propia, que proporciona a sus tejidos una alta capacidad de reflexión. Esto permite que haya menor entrada de luz difusa y que se minimice el deslumbramiento y los reflejos en las pantallas. Además, consigue que la entrada de frío en invierno y de calor en verano sea menor, lo cual ayuda a gestionar más eficazmente la temperatura sin necesidad de tener que utilizar la calefacción o el aire acondicionado.
Otro beneficio de nuestros tejidos metalizados es su gran durabilidad. Así al utilizar materiales de calidad con procesos exclusivos conseguimos que el acabado del producto final sea inigualable. Estos tejidos tienen magníficas propiedades en lo que a solidez de colores se refiere, por lo que no se destiñen con tanta facilidad y las cortinas duran mucho más tiempo con un aspecto impecable.
En Verosol hemos evolucionado a la par que el diseño arquitectónico y la tecnología de la construcción. Por eso, ofrecemos una nueva generación de tejidos metalizados con control solar y estética elegante, sin olvidar el confort del ocupante y la sostenibilidad. Además, los tejidos de Verosol contribuyen a ahorrar energía al aprovechar al máximo la luz solar.