Ignasi Cubiña es director de la consultora Eco Intelligent Growth, empresa de Grupo Construcía. Ambas empresas tienen la economía circular en su ADN y así también lo han exteriorizado, en las oficinas de Construcía en Madrid, un proyecto en el que ha trabajado Verosol con sus tejidos metalizados Cradle to Cradle Enviroscreen.
La economía circular es cualquier cosa menos una moda. Se ha ido gestando a lo largo de los últimos 30 años como un modelo económico y productivos alternativo, diseñado desde las intenciones, a diferencia del modelo actual (lineal y que no tiene en cuenta las externalidades que genera).
Allá por los ’70 comenzó a hablar de esto Walter Stahel. Luego W. McDonough y M. Braungart le dieron forma y lo desarrollaron en 2002, llamándolo “Cradle to Cradle”.
EIG comienza aquí. Al momento de leer “Cradle to Cradle, remaking the way we make thinigs” (McDonough & Braungart, 2002), un amigo y yo decidimos montar la empresa para comenzar a cambiar la industria en nuestro territorio.
Desde entonces han ido apareciendo nuevos actores, como Ellen MacARthur Foundation, que han dado gran impulso al desarrollo macroeconómico de este concepto: la economía circular. La Unión Europea lo ha adoptado como modelo a implementar y es la guía para todo el desarrollo legislativo en materia económica, industrial y de apoyo al desarrollo.
Sí, hay mayor demanda porque se empieza a percibir que no alcanza con reciclar, reutilizar. Se trata de re-pensar, re-diseñar la manera en que hacemos, usamos, comercializamos… y para esto se necesita un poco de ayuda.
Tenemos la oportunidad de crear de nuevo el sistema y se ha de hacer bien. En España hay menos conciencia del valor que aportan las consultorías pero en el norte de Europa es notorio el crecimiento que han tenido algunas organizaciones como Circle Economy o Metabolic.
Nosotros en EIG también estamos experimentando un crecimiento importante, aunque más lento y con mayor esfuerzo.
En los espacios de trabajo, en los que la flexibilidad, la adaptabilidad a nuevas necesidades a nivel funcional y de ocupación son muy relevantes, el diseño circular bien entendido es la clave.
Digo “bien entendido” porque para que sea realmente circular, debe implementarse a través de productos saludables y perpetuamente ciclables; por ello siempre es una ventaja trabajar con productos C2C Certified™.
Aquí entra en juego el desarrollo de herramientas específicas que permitan gestionar esta ciclabilidad en el futuro de la forma adecuada, manteniendo el valor material y económico de los productos.
En EIG hemos desarrollado metodologías y herramientas propias para el diseño, construcción y gestión de espacios circulares. Un ejemplo de aplicación es el Edificio Sócrates. En este proyecto, si bien el diseño ya estaba desarrollado al momento de entrar EIG y Construcía al equipo, hubo un replanteo de todo el desarrollo del para alcanzar el mayor nivel de circularidad posible. Para ello se trabajó en un nuevo marco de relación basada en “libros abiertos” entre los equipos de construcción, arquitectura y el promotor. La colaboración y la transparencia son claves para hacer realidad la economía circular.
España y, en general el sur de Europa, va a otra velocidad. Suena mucho la economía circular, hay distintas iniciativas desde los gobiernos regionales, pero falta una política coordinada, una visión estratégica. La economía circular se basa en la reconstrucción del sistema. Si no se trabaja desde esta perspectiva, no se consigue nada.
Como comentaba antes, se trata de que todos funcionemos dentro del sistema. La dirección puede tener las ideas muy claras pero si las personas que materializan esa visión no la hacen propia, no resultará.
Cada decisión sobre cómo diseñar un producto, qué tipo de uniones, materiales, tintas, sistemas de producción, gestión de entradas y salidas de materiales, y un infinito etcétera, es relevante para el éxito del todo.
Cradle to Cradle Certified, como comentaba al principio de esta entrevista, es el concepto base detrás de la economía circular. Por ello, la certificación está completamente alineada con estos principios. Ahora mismo está en fase de consulta pública la versión 4 del programa, ya alineada también a nivel de lenguaje, incorporando con mayor definición el concepto de “ciclabilidad de los materiales” (“Active Cycling”).
Para nosotros, que trabajamos mucho en proyectos de edificación, es garantía de que los productos están diseñados y fabricados con materiales saludables y perpetuamente ciclables. Constructoras, arquitectos y promotores de todo el mundo, cada vez con mayor frecuencia, optan por productos C2C Certified™ pues también facilitan la obtención de créditos en la mayor parte de los programas de edificación verde (LEED, BREEAM, DGNB, WELL).
Sí, es difícil de obtener y puede ser costosa; pero, por experiencia con algunos clientes que la están aplicando como estrategia de diseño de productos, puedo asegurar que aporta muchos beneficios.
Empresas como Titán o Interface han optimizado sus formulaciones y desarrollan nuevos productos a partir del trabajo exhaustivo realizado para la obtención de la certificación.
En proyectos vinculados a espacios de trabajo, donde las personas pasan muchas horas y los productos se renuevan con mayor frecuencia, la elección de productos C2C Certified ayuda a asegurar la salud de las personas y la ciclabilidad de los materiales.
En las oficinas de Grupo Construcía en Madrid, por ejemplo, el 95,5% de los materiales y productos instalados fueron validados mediante los criterios C2C Certified™, entre ellos, las cortinas de Verosol®.
Hoy por hoy, hay 2 industrias que están liderando el cambio: la construcción y la moda. En los últimos dos años nuestra actividad está muy orientada a estos dos sectores y, en menor medida, al packaging.
También hay mucho interés por parte de la administración pública, al menos en Cataluña y País Vasco. Aunque nuestra actividad está más vinculada al sector privado, siempre buscamos oportunidades para compartir nuestro aprendizaje colaborando con organismos próximos.
La economía circular es una intención de diseño. Si no está presente al momento de pensar en cómo desarrollar el espacio, producto o modelo de negocio, no es probable que pueda implementarse correctamente después.
Los materiales deben escogerse e instalarse de manera que puedan ser recuperados y retengan su valor. Para ello deben escogerse los sistemas constructivos adecuados. Es un proceso en el que cada experto debe aportar su conocimiento desde las fases iniciales. El arquitecto debe contar con el asesoramiento del constructor, de los instaladores, de un experto en materiales circulares, entre otros. Como decíamos antes, es un proceso colaborativo.
Es un programa de optimización, pensado para que el progreso pueda hacerse a lo largo del tiempo. Requiere, sobre todo de convicción y compromiso.
Como barrera de entrada, además de las éticas (no pueden optar armas, productos relacionados con combustibles fósiles, entre otros), existe una Lista de Sustancias Restrigidas. Un producto que contenga alguna de las substancias de esta lista no podrá optar a la certificación por motivos de toxicidad/salud.
Por lo demás, las barreras aparecen sobre todo al indagar en profundidad en la composición de los productos, por las faltas de transparencia en la cadena de suministro; pero estas barreras pueden superarse con trabajo y perseverancia.
Cradle to Cradle Certified y C2C Certfied son marcas de certificación licenciadas en exclusiva por el C2CPII.