¿Cómo se aplica hoy en día la domótica en la concepción de los espacios de trabajo?
Suelen aparecer dos visiones complementarias a la hora de decidir integrar la domótica en un proyecto. Por un lado, la relacionada con la eficiencia energética y el ahorro de costes de explotación de un edificio (adecuar los requerimientos a las instalaciones como iluminación y climatización a las necesidades de cada momento, gestión eficaz de la reserva de espacios, etc.); por otro lado, la visión relacionada con la experiencia de empleado o de cliente (creación de escenarios óptimos para cada actividad, disponibilidad de espacios y servicios, etc).
¿Cómo puede ayudar ésta a asegurar el confort en el lugar de trabajo?
En mi experiencia, la manera de asegurar que la domótica nos ayude a conseguir unas condiciones de confort adecuadas, es que sea fácil de utilizar. Fundamentalmente, esto va a suponer que no requiera de terceras personas que sean las únicas que entienden el sistema o lo que es lo mismo, que pueda ser utilizada por todas las personas del lugar de trabajo; y que esté basada en un lenguaje universal y protocolos abiertos de comunicación ente elementos del sistema, para poder realizar una integración total de las instalaciones en un mismo sistema.
Una buena manera de conseguir que los beneficios de la domótica sean accesibles será la de transitar de una lógica actual de la domótica como producto a una lógica de servicio.
¿Cree que la innovación y el diseño pueden contribuir a desarrollar el potencial de las personas?
Sí, indudablemente. Por sí mismas no son condiciones suficientes, pero sí necesarias. Vivir la innovación y el diseño en las cosas que nos rodean, convivir con personas innovadoras, entender los procesos de diseño, evidentemente, aunque sólo sea por imitación, por adaptación al medio, va a contribuir al desarrollo de nuevas capacidades en las personas.
¿Qué importancia se concede a las cortinas de interior de protección solar como elemento de ahorro energético cuando se diseña una oficina?
Pues realmente, como elemento de ahorro energético se le concede menos importancia de la que merece. Casi siempre se enfoca este asunto desde el punto de vista de control de la luz natural, por lo que tiene de iluminación y no por el control de la radiación solar. De hecho, no existe una normativa que haga referencia a la necesidad de incluir estos elementos en un edificio, como sí existe en el caso de control de luz por fachada para el caso de controlar la iluminación artificial.
Históricamente, los arquitectos se han centrado más en resolver el tema de la radiación solar con el propio edificio y sus elementos constructivos, mediante parasoles, voladizos, dobles fachadas, etc. Y por otro lado, los ingenieros han abusado de resolver, casi exclusivamente, las condiciones de confort interior a base de instalaciones de climatización.
Ciertamente, las cortinas interiores de protección solar pueden ser un elemento muy relevante para el ahorro energético y confort en los edificios, que debe tenerse presente a la hora de diseñar.
¿Hasta qué punto las cortinas automatizadas, según las necesidades en cuanto a luz del día, condiciones atmosféricas, temperatura de confort ideal, etc, contribuyen a mejorar el rendimiento del empleado? y ¿en qué medida?
Contestar de una manera precisa a esta pregunta es muy complicado, si no imposible. Existen factores subjetivos y biológicos de percepción, por la propia naturaleza humana, que hacen que a una determinada temperatura, unas personas tengan frío y otras calor; que ante un mismo nivel de iluminación, unas lo perciban como escaso, otras como excesivo.
En cualquier caso, sí que existen muchos informes estadísticos al respecto. Creo recordar que si hablamos de temperatura de confort, siempre vamos a tener a un mínimo de un 6% de las personas que no van a estar de acuerdo con que esa sea su temperatura de confort. También hay estudios que estiman un aumento en la productividad del 14% en las oficinas que disponen de una buena iluminación natural, frente a las que no. Se ha experimentado sobre los efectos que la “luz día” produce en nuestros niveles de atención y concentración, etc.
Si bien es verdad que al final el diseño, por cuestiones de eficiencia, se basa en satisfacer con una misma solución al mayor número de personas posible; también es cierto que cada vez más existe una inquietud por satisfacer las necesidades de “todas las personas”. Desde 3g Smart Group nos preocupamos por ello cada día.
En definitiva y a modo de conclusión, en qué medida unas condiciones adecuadas de confort contribuyen a mejorar el rendimiento del empleado, sabemos que influye y parece que bastante, pero no podemos determinar una medida cierta. Lo que sí sabemos seguro es que las compañías que se preocupan y dan solución a estos aspectos, frente a las que no lo hacen, se posicionan en este aspecto como opciones preferentes ante el 100% de las personas, lo cual les facilita conseguir mejores empleados, más motivados y será fácil pensar como consecuencia, mejores logros como compañía.