En la mayoría de ocasiones, el entorno laboral se convierte en una segunda casa. Los trabajadores pasan casi las mismas horas en la oficina que en su hogar. Por ello, es fundamental mantener unas condiciones adecuadas de luz y temperatura.
Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSTH), la temperatura ideal en una oficina debe oscilar entre 17 y 27 grados. Para conseguirlo, lo más habitual es recurrir a aparatos eléctricos como la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano. Sin embargo, existen otras alternativas que permiten un mayor ahorro energético, como es el caso de las cortinas Verosol.
Dentro de la variedad de productos, encontramos diferentes tipos de cortinas: cortinas plisadas, estores enrollables, paneles deslizantes y cortinas tradicionales, también llamadas visillos. Todas ellas están fabricados con los tejidos metalizados que caracterizan a Verosol y que cumplen con los mejores estándares de calidad.
El proceso de metalización es pionero en el sector y dota a los productos de características únicas: se obtiene privacidad a la vez que se disfrutan de las vistas exteriores gracias a los diferentes factores de apertura disponibles, eliminan los problemas de deslumbramiento y permiten gestionar de una manera eficaz la temperatura.
Además, los tejidos están disponibles en una gran gama de colores y permiten adaptarse a todo tipo de formas y rincones, incluso para ventanales de hasta 3,20m de ancho.
Estamos, por lo tanto, ante una solución ideal para protección solar en oficinas que permite conseguir el mejor ambiente en el trabajo. Consiguiendo unas condiciones óptimas para los trabajadores se apuesta por calidad ya que desempeñan sus tareas de una forma cómoda y productiva.