Cuando se diseña un gran edificio destinado a oficinas, el arquitecto debe tener en cuenta una serie de variables como su ubicación, orientación, distribución, etc. La estética, sin embargo, es su carta de presentación y la parte más característica. Por ello en él la fachada juega un papel fundamental.
En un edificio de oficinas la estética no puede ir reñida con la funcionalidad, ya que en su interior se desarrollará un trabajo diario y problemas como los destellos de luz en las pantallas de ordenador no deben existir.
Este tipo de inconvenientes se originan por la instalación de grandes ventanales de cristal que dotan el edificio de una estética vanguardista a la vez que permiten el paso de luz natural en todas las estancias. Sin embargo, hay ocasiones en las que para mejorar el confort de los trabajadores se necesita recurrir a elementos externos como persianas y cortinas
Para solventar esto, no hay nada mejor que la protección solar de interior, que respeta la uniformidad de la fachada y permite conseguir un control total de luz y temperatura.
Los tejidos con los que se fabrican los productos Verosol son metalizados y consiguen una reflexión solar de hasta el 82%, evitando así los destellos en las pantallas y reduciendo hasta en 6 grados la temperatura de la oficina.
Sin embargo, estas ventajas se maximizan cuando se opta por el sistema de motorización FourC. Este pionero sistema es la mejor solución para mantener las cortinas alineadas y aprovechar la luz solar. Además, no necesita cableado en su instalación y se controla desde una aplicación móvil.
Gracias a él, las cortinas siempre se verán alineadas y perfectamente colocadas de forma automática, respetando la estética y ayudando a la sostenibilidad del edificio. Esto es posible debido a que funcionan con paneles solares. Por último, se mueven de manera elegante y silenciosa para adaptarse a las necesidades de cada usuario según la hora del día y la posición del sol. De esta forma, se aprovecha mejor la luz solar.