La calidad en los procesos, en los materiales y en el conjunto de un proyecto o un edificio es fundamental para poner en valor la profesionalidad de las empresas/marcas que trabajan en él. Pero la calidad, a pesar de que existe cierto consenso de qué es en el imaginario colectivo, no deja de ser un factor, de alguna manera, subjetivo y es por esto por lo que toman valor las certificaciones.
Estas son el resultado de una estandarización que un organismo ha puesto en marcha para medir distintos aspectos y poder convertirlos en tangibles y cuantificables de forma precisa y universal.
Así, existen distintos criterios y objetos de certificaciones, distinguiendo las que van dirigidas a producto a proyecto y/ o edificio.
De las tres vertientes que pueden gozar de certificaciones de las que hemos hablado, el producto es posible que sea las más sencilla de entender ya que el proceso de fabricación y adquisición de materiales tiene un ciclo mucho más corto que la de un edificio o un proyecto.
El ejemplo claro de certificación de producto que tenemos en Verosol es la Cradle to Cradle – otorgada por el organismo de mismo nombre Cradle to Cradle Products Innovation Institute – a nuestro tejido EnviroScreen, que tiene en cuenta la composición (si hay o no contenido material tóxico), el uso de energía, el uso de productos reciclados, la responsabilidad social y la capacidad de reciclaje del producto en el futuro.
Igualmente EnviroScreen, así como OmniaScreen y Originals tienen el certificado Ökotex – de OEKO – TEX, Confidence Textil – , basado en la no utilización de ciertas sustancias químicas.
En el caso de las certificaciones de proyecto, es al principio del mismo cuando se deben identificar los objetivos que busca lograr, el nivel de certificación que se quiere adquirir, (si aplica) y lo que ayudará a conseguirlo.
En este sentido, certificar un edificio conlleva a estudiar múltiples variables, que llegan hasta el uso de se haga en él y el confort percibido por sus ocupantes.
Por lo que se refiere la certificación LEED, del US Green Building Council, los puntos para cada capítulo que se van sumando para conseguir el certificado, tienen que ver con la huella de carbono del edificio que incluye las emisiones de la energía utilizada en el edificio, el transporte relacionado con la actividad del mismo, las emisiones de agua, de desechos sólidos y de materiales incorporados.