En algunos foros, el día 17 de noviembre aparece como el día mundial de la construcción. Esto se debe a que el mismo día de 1869 se terminaba la gran obra del Canal de Suez que, sin duda, ha marcado un antes y un después en el sector de la obra pública.
Pero, si algo se destaca de este suceso es el acercamiento de pueblos, el desarrollo económico y el crecimiento cultural. Las infraestructuras del transporte y la comunicación son importantes para el avance de las sociedades a todos los niveles y en todos los ámbitos.
Mucho ha llovido desde esa gran obra y mucho ha evolucionado también el propio sector, incorporando criterios de sostenibilidad, buscando soluciones basadas en la naturaleza y mirando los estándares marcados por planes de crecimiento verde para un mundo menos contaminante.
Sin embargo, no sólo la visión de sostenibilidad ha sido la única que ha entrado como mancha de aceite en el sector, también la ha hecho la digitalización y la tecnología.
De ese lejano 17 de noviembre a este han cambiado multitud de cosas y mucho de lo que antes era considerado como ciencia ficción, ahora casi está a la orden del día.
La tecnología se ha puesto al servicio de la construcción en todas sus formas, ayudando a crear materiales más eficientes o diseñando nuevos procesos de fabricación e, incluso, con técnicas totalmente revolucionarias para nuestra época presente como es la impresión 3D.
El sector se enfrenta a grandes retos a día de hoy, tanto desde el punto de vista de grandes obras como a nivel de urbanismo en ciudades y edificios. La importancia de resolver las necesidades de las sociedades reduciendo al máximo la huella de carbono es uno de los desafíos más inmediatos en el horizonte.
Desde Verosol también evolucionamos al paso que marca la demanda del sector y la actualización de criterios basados en la sostenibilidad para seguir aportando crecimiento, desarrollo y, sobre todo, bienestar.