Recientemente se aprobaba el Plan de Rehabilitación Energética de Edificios construidos antes de 2007 y al que el Gobierno ha decidido destinar alrededor de 300 millones de euros. Este plan, además de ayudar a dinamizar la economía con la creación de empleo, tanto directo como indirecto, no se debe entender por sí mismo sin tener en cuenta también el Plan Nacional de Energía y Clima – PNIEC – de 2021 -2030 y su hoja de ruta.
En este sentido, para la consecución de los objetivos que contempla el PNIEC y que están alineados con otros de carácter mundial y europeo así como con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los edificios juegan un rol muy importante, tal y como hemos comentado en otras ocasiones.
Según el propio PNIEC, los edificios suponen un 30 % de la energía final consumida en España. El resto, se reparte en otros sectores como el transporte, la industria o la agricultura, con distintos planes también para reducir sus emisiones de cara 2030.
Hasta hace pocos años, los edificios, tanto de uso público como privado – entendiéndose aquí hogares y / o empresas privadas – habían vivido de espaldas a la sociedad y al entorno. Poco a poco, con el Código Técnico de la Edificación, sus reformas así como con la entrada en vigor de la calificación energética se ha ido tomando más conciencia del papel que juegan.
Así, hoy no se concibe un proyecto arquitectónico que no comience con la búsqueda de la eficiencia y la sostenibilidad, tanto en materiales y orientación como en equipamiento.
Desde Verosol trabajamos también para seguir contribuyendo a esa eficiencia con nuestros tejidos metalizados para protección solar, siendo las ventanas uno de los principales puntos de fuga del confort del espacio.
Y, en todo esto, tan importante es la configuración y equipamiento del edificio como el uso que se haga de él. El compromiso con el medio ambiente es compartido por toda la sociedad.