En pasadas ocasiones hemos hablado ya de la importancia que tiene la entrada de la luz natural en los espacios de trabajo y su relación directa con la productividad, la fatiga y el estado de ánimo. Sin embargo, no sólo la luz natural afecta a la forma de trabajar y al rendimiento.
Existen muchos otros factores que inciden en cómo enfocar el desarrollo de una tarea y, por tanto, ejecutarla de manera exitosa. Por un lado, sin duda, hay que tomar en consideración los aspectos relacionados con el ambiente físico del espacio – la temperatura, la ergonomía del puesto de trabajo, la presencia de más o menos ruido alrededor, las interrupciones, etc. – y, por otro, se deben tener en cuenta también otros elementos que tienen que ver más con cómo está distribuido el espacio y la decoración del mismo.
La psicología del espacio y el diseño interior se ha desarrollado mucho en los últimos años. Esto se debe fundamentalmente a que, en la actualidad, los espacios se plantean dependiendo del uso que se les vaya a dar y no al revés, cuando eran las personas las que se adaptaban a ellos.
De hecho, existen diversos estudios que relacionan la decoración con el estado de ánimo. Uno de ellos, llevado a cabo por la Universidad de Estatal de Oregon, demuestra cómo objetos o muebles de líneas curvas estaban relacionados con la felicidad y bienestar.
Igualmente, esto también es válido para los colores. Tonos cálidos y neutros evocan más sensaciones como la tranquilidad y la armonía y resultarán más inspiradores. El azul genera confianza y el amarillo, según algunos expertos, es el elegido para fomentar la creatividad.
Desde Verosol creemos que todo suma y abogamos por fomentar espacios de trabajo inspiradores, saludables y sostenibles que fomenten el bienestar de las personas y que estas puedan llevar a cabo mejor sus tareas.