Ayer se celebraba el Día Mundial de Seguridad y Salud en el Trabajo en un contexto sin precedentes. De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para este año ha querido centrarse en enfermedades infecciosas, poniendo el foco en el COVID19 y en buscar las fórmulas para hacer frente a esta pandemia.
Con este tema pretende poner el acento sobre la importancia de abordar y poner en práctica las nuevas normas de prevención que se desarrollan en múltiples trabajos esenciales o que se están retomando de forma gradual.
Este día, que se lleva celebrando desde 2003, tiene como objetivo servir de puente de diálogo entre empresas y trabajadores sobre la importancia de contar con garantías de seguridad y salud en el desarrollo de la actividad.
Y, aunque al inicio esto se concibiese más claramente para trabajos de tipo físico o manual, cada vez se ha extendido más la visión, abarcando cualquier tipo de tarea, personalizando sus riesgos y diseñando las buenas prácticas asociadas para cumplir los objetivos .
Volviendo a hoy, en un momento como el actual, las palabras seguridad y salud cobran mayor sentido, con independencia del tema de este año. Incluso, la palabra trabajo ha cambiado, ya que la mayor parte de las oficinas se han trasladado a los hogares.
En este sentido, es importante tener en consideración los mismos aspectos que se tendrían en cuenta si, en vez de tener la oficina en casa, se tuviese en el lugar habitual. Hace unas semanas hablábamos de cómo construir un espacio de trabajo y algunas indicaciones a seguir como la búsqueda de luz natural, los aspectos ergonómicos o los descansos y la desconexión.
Desde Verosol, también en nuestras oficinas y fábricas, seguimos estrictos protocolos de seguridad para que nuestros trabajadores puedan desarrollar sus funciones con las máximas garantías y para crear y fomentar espacios saludables que redunden en el bienestar de las personas.