Flexibilidad, calidad, confort y salud son los criterios en los que se basa el nuevo paradigma de los espacios de trabajo y que perfilarán a la denominada oficina del futuro. Esta es la opinión de Francisco Sanjuán, Director Asociado y Codirector del Departamento de Calidad Arquitectónica de luis vidal + arquitectos, a quien hemos realizado una entrevista.
Luis vidal + arquitectos es uno de los estudios más renombrados a nivel nacional e internacional, con el que nuestra compañía ha tenido la oportunidad de entrar en contacto gracias a proyectos tan emblemáticos como Castellana 77.
Es difícil predecir hacia dónde evoluciona la arquitectura, ya que la tecnología cada día descubre nuevos caminos, así como la sociedad que, impulsada por estos cambios, también demanda nuevos retos y obliga al arquitecto a hacer un tremendo ejercicio de responsabilidad para satisfacer las nuevas exigencias.
Uno de los grandes retos será conseguir que las nuevas demandas sociales y los nuevos tipos edificatorios se definan con responsabilidad, pero también, con imaginación. Ya no son efectivas las antiguas soluciones constructivas, ni el modo en que antes se usaban los espacios y sus instalaciones. Se requiere mucha imaginación, mucho trabajo en equipo y mucho conocimiento para resolver los problemas actuales, los nuevos requisitos de los usuarios y adaptarlos a las nuevas tecnologías. Además, no podemos olvidar que todo esto se va a intensificar en los próximos años, como resultado de la concentración demográfica en las ciudades. En 2050 tendremos 7.300 millones de habitantes viviendo en las ciudades. La arquitectura tendrá que dar respuesta también a eso que será, sin duda, el principal reto que tendrá la sociedad y por tanto nuestra profesión.
La calidad de vida de los ciudadanos es la clave para la arquitectura actual y del futuro. En luis vidal + arquitectos nos hacemos permanentemente esa misma pregunta, ya que el ciudadano, el usuario, es el punto de partida y objetivo final de todos nuestros proyectos en todas las escalas; pero creo que es muy importante que también se les haga a los usuarios de los edificios, ya que son ellos los que lo van a usar.
Aun así, entendemos que el confort, la calidad espacial y de los materiales siempre han sido claves. En este siglo se están empezando a introducir técnicas y materiales para reducir el consumo energético, pero también, se está atendiendo más al confort anímico y a la salud del ser humano. Así, por ejemplo, cada día aparecen nuevos materiales que absorben CO2, que no producen elementos contaminantes, etc., y por tanto mejoran la calidad de vida de los usuarios en su particularidad y en su colectividad. Cada vez están más presentes las nuevas técnicas que son mucho más tangibles y cuantificables, haciendo que el usuario sea mucho más partícipe y consciente del impacto que esto genera. En luis vidal +arquitectos hemos tenido una experiencia muy directa de todo esto en edificios como el de Eloy Gonzalo 10 y Castellana 77, donde la tecnología (desde el EFTE hasta el riguroso estudio de soleamiento y sombreamiento) está puesta al servicio del usuario para hacer su día a día mucho más confortable, pero a la vez consiguiendo que el proyecto sea también responsable económica y medioambientalmente.
Siempre que los arquitectos nos adaptemos al cambio y aportemos soluciones para facilitar y mejorar la vida a los ciudadanos, ocuparemos un lugar importante en la sociedad. El cambio climático nos obliga a explorar nuevas soluciones constructivas y la tensión demográfica a vivir en lugares no ocupados antes por el ser humano y, a la vez, a convivir en espacios urbanos con una densidad altísima hacen más necesarias que nunca no sólo la arquitectura, sino otras muchas disciplinas con las que tendremos que dialogar para aportar una visión holística a los retos del futuro.
Hace tiempo que ya está aquí, y no hay más que ver cómo la tecnología ocupa nuestro día a día hasta hacernos dependientes de ella. Esto es visible en las nuevas generaciones que son nativos digitales, donde el móvil ya es una parte inseparable de sus procesos mentales, por lo que su visión del mundo no tiene nada que ver con la nuestra. Esto requiere que tengamos que ver nuestros diseños desde otra perspectiva.
En el caso de la estación aeroespacial Colorado Air and Space Port que hemos diseñado en Estados Unidos, por ejemplo, estamos hablando de un nuevo medio de transporte intercontinental que permitirá ir a las antípodas en hora y media, lo que también cambia nuestra escala de tiempos en la ocupación y uso del territorio.
Ese futuro ya está aquí. Por ejemplo, ya se augura que para 2030 seremos una sociedad híbrida entre humanos y robots. Esto cambiará muchas formas de entender el medio que nos rodea, pero es algo que, por ejemplo, ya estamos haciendo con los móviles.
Nuestras recientes experiencias nos han permitido ver cómo ha cambiado la forma de trabajar, donde la flexibilidad es primordial y ya está instaurado el “coworking”. Por ejemplo, las instalaciones han de diseñarse para que cualquier usuario las pueda cambiar, ya que el fit-out dependerá de la imagen de marca de los usuarios, en este caso, de las empresas de coworking que se instalen en cada edificio.
Como hemos dicho antes: la flexibilidad es lo más importante. Aún así, la flexibilidad no es el único problema en el que tenemos que enfocarnos, pues esta debe ir acompañada de calidad, confort y salud para las personas que van a interactuar con el espacio. Y los proyectos deben ser responsables económicamente y medioambientalmente.
Confirmando que ya lo ocupan en todos los proyectos de oficinas que realizamos en luis vidal + arquitectos (de hecho, la mayoría de nuestros proyectos tiene una certificación BREEAM y LEED, siendo nuestro diseño de la Terminal 2 de Heathrow, por ejemplo, el primer aeropuerto del mundo en obtener un BREEAM Excellent; mientras que Castellana 77 acaba de obtener el LEED Platino), estos dos parámetros irán creciendo en importancia a medida que la sociedad y las instituciones lo vayan demandando. Es una realidad que en el futuro estos roles serán cada vez más importantes ya que, sin lugar a duda, el cambio climático nos lo exigirá y las necesidades de los usuarios irán creciendo exponencialmente.
Ahora se habla del concepto de bienestar, antes confort térmico. En definitiva, todo gira alrededor de la necesidad de enfocarnos en el ser humano como centro de atención en el diseño, incluyendo la conciencia en la salud emocional del usuario. Por lo tanto, ya tenemos que comenzar a hablar de salud y bienestar de las personas.
En luis vidal + arquitectos hace tiempo que esto forma parte de nuestro ADN, y nuestros diseños lo incluyen desde el principio. Los planos y todos los documentos que un proyecto conlleva ya incorporan estos conceptos desde su primera concepción. Sin ir más lejos, nuestro proyecto para el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo fue tomado como modelo de referencia para la certificación BREEAM España).
Es fundamental. Sin protección solar que mitigue la incidencia solar somos vulnerables al cambio climático diario y anual, perdiendo muchísimos parámetros de confort: térmico, deslumbramiento solar, cardiaco, anímico, nutrición aptitud, etc.
Destacaría sin duda el proyecto de oficinas que hemos diseñado en Castellana 77. Para poder llevar a cabo el proyecto, hemos tenido que absorber los nuevos retos tecnológicos y diseñar nuevas soluciones como las lamas de protección solar, que se han diseñado con un nuevo material, el EFTE, lo que ha permitido una nueva forma de dar sombra a los edificios. También se ha incluido iluminación LED interior y exterior, aportando al cliente un reclamo hacia el exterior, una identidad, atrayendo al ciudadano que lo ve desde la calle y al usuario, aportando confort y calidad. Innovación y calidad se dan la mano en este proyecto que ya ha recibido varios premios, entre otros, un German Design Award y un European Property Award.